El servicio de peluquería, por el contacto y la proximidad con el cliente, es un trabajo de cierto riesgo de transmisión de COVID-19, por lo que habrá que extremar las precauciones. A continuación repasamos las acciones básicas, en los tres frentes.
1. Local
· Desinfección del aire con cañón de ozono.
· Limpieza de superficies con solución de lejia.
· Barrer el suelo evitando movimientos bruscos que pudieran expandir posibles contaminantes.
· Distribución de manera que se respete la distancia social: Dar citas para evitar aglomeración. Reducir puestos de trabajo para conseguir más separación. Evitar zonas de espera. Eliminar los elementos de cortesía, como revistas, bombones...
· Evitar que los clientes accedan a productos o elementos expuestos.
· Disponer de dispensadores de Gel Hidroalcohólico e invitar a su uso.
2. Clientes
· Ofrecer mascarillas de tipo quirurgico, de manera que sea de uso obligado.
· Utilizar capas y toallas desechables, o disponer en cantidad suficiente para lavar a 60ºC y secar en secadora en ciclo caliente.
· Utensilios y herramientas, como tijeras, peines, cepillos... exclusivo del cliente, debiendose lavar y acabar en el horno 70ªC, 30 minutos, antes de su reutilización.
3. Personal: EPI
· Macarilla filtrante tipo FFP2 o KN95
· Pantalla facial
· Guantes desechables: El uso de los guantes no debe relajar las rutinas de lavado frecuente de manos con agua y jabón o gel hidroalcohólico, como mínimo cada vez que se cambia de actividad.
· Bata desechable o en cantidad suficiente para cambiarla y lavarla 60ºC y secado en secadora con ciclo caliente, después de cada turno.
A continuación puedes encontrar la guía elaborada por STANPA, Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética.
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